Historias de santos

Se dirige a la jaula de los leones para demostrarle cuánto se equivoca.

Llamarse Mamés no significaba que las fieras no te ataquen. Las historias de santos que la abuela, con aquella voz tan dulce contaba solo eran leyendas y, aunque él siempre las recuerda con mucho cariño, nunca le han servido en su vida cotidiana.

Y aún así, también le había contado a su nieto aquellas historias. Nunca pensó que aquel pequeño tuviera tanta fe como para entrar sin ningún miedo en la jaula.

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